Si tienes hijos en edad escolar quizá te haya pasado eso de "Mamá/Papá, necesito un boli verde (o pegamento o cola o cartulina roja) para mañana". Y son las diez de la noche y hasta El Corte Inglés está cerrado y a ver de donde sacas tú el dichoso material escolar a esa hora. Y claro ponte tú a explicarle al niño por enésima vez que esas cosas hay que decirlas antes y que a esa hora tú no tienes manera de conseguir lo que te pide. Seguro que el nivel de llanto será inversamente proporcional a la edad de la criatura ¿verdad?
Pues bien, harta de que eso me pasase día sí y día también con mis hijos, ya hace tiempo que cuando comienza el curso hago una compra importante de material escolar en numero suficiente. Entonces después de preparar el listado que te entregan en el colegio, el sobrante lo guardo en una o dos cajas como estas.
Boligrafos de todos los colores, lapices, gomas, sacapuntas, pegamento, cola, cartulinas de varios colores en tamaño DIN A4, grapas, clips, fluorescentes, rotuladores y lápices de colores, etc... No os aseguro que cuando llegue el momento tengáis aquello que la imaginación del profesor haya decidido que el niño tiene que traer al colegio al día siguiente pero a veces os ahorrará más de una carrera a la papelería.
Eso sí, intentad mantened en secreto estas cajas porque tampoco es conveniente que vuestros hijos piensen que sois magos y que todo lo que necesiten lo van a tener por arte de magia. Ý si ya son mayorcitos, que no tengan acceso fácil a ellas porque entonces seguro que cuando vayáis a buscar aquello que necesitéis, ellos ya lo habrán sacado previamente y, por supuesto, no se les habrá ocurrido deciros que lo repongáis.
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