Aún así, existen una serie de trucos que he ido aprendiendo de aquí y de allá que aunque no lo han convertido en una tarea grata, por lo menos la han aliviado bastante.
Por ejemplo, en youtube podemos encontrar fantásticos ejemplos acerca de cómo doblar las sábanas ajustables, sin duda las más incómodas de todas. En este primer ejemplo, además nos muestran como doblar camisetas. Dos por el precio de uno.
En este otro vídeo, aunque está en inglés, podréis ver otra forma distinta de hacerlo.
Eso sí , siempre a la hora de doblar sábanas lo mejor es hacerlo sobre una superficie lo más plana y grande posible y si la superficie está lo más cercana a la altura de vuestra cintura, vuestra espalda lo agradecerá.
Y una vez dobladas, a la hora de guardarlas y tener en orden nuestro armario de ropa blanca, deberemos de tener en cuenta lo siguiente.
1. Para poder hacer los montones lo más ordenados posible, podemos hacerlo como en el ejemplo que vemos a continuación.
2. Otra opción es introducir el juego dentro de la funda de almohada. De esa manera, quedan dentro de un envoltorio, difícil de que se deshaga, con un aspecto ordenado y con el frontal sin que se vean los dobleces o los laterales.
3. Agrupar las sábanas por categorías, bien las bajeras por un lado y la encimera con su almohada correspondiente por otro o bien el juego completo (bajera, encimera y almohadas) y apilarlos en repisas según la medida de la cama o según a que persona de la familia corresponda.
4. Poner un etiqueta en el frontal de la repisa con la medida de la cama con el nombre de a quien corresponde, por ejemplo “Niños,” “Matrimonio”, “Invitados” o incluso “Cama Juan” o Cama María”. Para estas cosas ya sabéis que la Letratag es perfecta.
5. Siempre pon los juegos recién lavados en la parte baja del montón. De esta manera te asegurarás de que la rotación de sábanas sea la adecuada. Si quisieras guardar algún juego para invitados, lo mejor es que lo pongas aparte.
6. Si tu armario te permite ampliar el número de estantes, hazlo ya que es preferible varios estantes no muy altos con montones más pequeños, que dos con altísimas pilas de sábanas que al menor movimiento se nos desharán.
7. Generalmente tres juegos por cama es suficiente. Como decían antiguamente "Un quita, un pon y un por si acaso".
8. Otra opción son guardar los juegos por cestas. Reconozco que es una opción bonita pero no me parece cómoda.
Y por último, algunos ejemplos que nos pueden servir de inspiración.